México ocupa el sexto lugar mundial en casos de diabetes, del total de la población adulta, el 9.17% reportó tener un diagnóstico previo de diabetes por un médico, lo que equivale a 6.4 millones de personas, esta enfermedad metabólica crónica se detecta al momento que la glucosa aumenta por la alteración de la insulina ya sea total o relativa dentro de los dos tipos de diabetes que son tipo I y Tipo II.
Las personas que viven con esta enfermedad suelen tener problemas mayores en la piel, por lo que implica un cuidado especial sobre ella. Por fortuna, si se detecta a tiempo, es posible tratarla con la ayuda de un médico.
A continuación hablaremos de las afecciones y qué cuidados debes tener en cuenta para la piel:
-La piel con tonalidad amarillenta, regularmente suele ser común en personas diabéticas, dicha coloración se presenta en la palma de las manos y de los pies cuando los niveles son altos de glucosa, esto afecta a la producción de colágeno, proteína natural que se encuentra en nuestro cuerpo, encargada de fortalecer a huesos, piel, uñas y cabello.
-La dermopatía diabética (DD) es la manifestación cutánea más común de la diabetes. Se caracteriza por manchas rojizas, aproximadamente de cinco a dos centímetros de diámetro; Al paso del tiempo estas se comienzan a oscurecer y forman costras pequeñas, en la zona de tobillos, rodillas, muslos o antebrazos, es más común verlo en hombres.
-Otra afectación severa es el Eritema diabético, que es una dermatosis crónica benigna, cuya lesión clínica típica se caracteriza por una colección de pápulas pequeñas indoloras, de color rojo en la piel o ligeramente eritematosas, comúnmente vistas en persona de edad avanzada y con diabetes en la parte inferior de las piernas y los pies.
-Bullosis diabética suele presentarse como ampollas en la piel sana de antebrazos, piernas, pies y dedos, mismas que no presentan dolor o molestia. En caso de infección se puede sanar con reposo y aplicación de tratamientos antisépticos locales, esto puede durar hasta 4 semanas.
La piel actúa como una barrera protectora frente al medio ambiente, regula la temperatura, absorbe la radiación ultravioleta (UV) y posee capacidades propias, como órgano inmune y endocrino, en permanente interacción con los órganos internos, pero en personas diabéticas necesitan un especial cuidado.
-Importante cada ocasión que tomes un baño, seques perfectamente tu cuerpo, en especial zonas como axilas, ingles, cuello, etc. con el objetivo de evitar mantener humedad y dar paso a posibles infecciones.
-Evita rascarte las costras y mucho menos quitártelas, al igual extrema mucha precaución al cortarte las uñas.
-Debes usar crema y jabón suave que no irrite tu piel.
-Es importante que acudas al médico cuando detectes que alguna parte de tu piel se transforma de color púrpura o si tienes dolor, hinchazón, enrojecimiento y fiebre.
-Para prevenir apariciones de lesiones en los pies, se recomienda usar zapatos cómodos, ya que las lesiones pueden convertirse en úlceras.
Las personas con diabetes deben cuidar de su piel durante todo el año, poniendo especial énfasis durante el verano, una época en la que el sol, el calor y otros factores externos, como la arena y el agua clorada o salada, pueden resecar y dañar la dermis.